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Diversidad Sexual y discriminación

Por: SANDRA RAMIREZ, DAMIAN BELLAIZAN, KAREN VARGAS, TANIA RODRIGUEZ *Estudiantes licenciatura en recreación




Los derechos humanos no serían siempre los mismos, variarían en función de los contextos culturales. Es la postura conocida como relativismo cultural. El ejemplo más claro es el de los países islámicos, que defienden la necesidad de que los derechos humanos no entren en contradicción con la Ley Islámica.


La realidad es que los particularismos culturales se suelen utilizar para mantener sistemas opresivos por parte de los respectivos gobiernos (o de las jerarquías religiosas dominantes), y no suelen ser compartidos por las respectivas poblaciones, especialmente cuando éstas han tenido acceso a la información y a la educación. Éste es precisamente uno de los motivos por el que las Naciones Unidas defienden la universalidad del derecho a la educación y a la información, en la misma medida que algunos gobiernos defensores del relativismo cultural, de forma harto sospechosa, lo restringen.



También se presentan objeciones al principio de indivisibilidad de los derechos humanos, argumentando que algunos derechos son prioritarios. Cuando se preparaba el texto de la Declaración Universal estas discrepancias se pusieron de manifiesto en la prioridad que asignaban las democracias occidentales a los derechos civiles y políticos y la presión de los países socialistas para que se reconocieran e incluyeran los derechos económicos y sociales. En la actualidad estas discrepancias no están del todo superadas.

Pero la necesaria indivisibilidad de los distintos derechos es evidente: las personas no pueden mejorar sus derechos económicos, sociales y culturales sin espacio y libertad política. Y por otro lado, las libertades políticas, si no se acompañan de un desarrollo económico y social, no siempre benefician en la práctica a los más necesitados.


A las características de los derechos humanos finalmente hay que añadir la inderogabilidad, pero con algunos matices, ya que según las distintas normas internacionales, regionales o nacionales de derechos humanos, la inderogabilidad no afecta por igual a todos los derechos. En determinadas circunstancias, de forma excepcional se legitima a los Estados para derogar algunos derechos. Otros han de ser respetados siempre, sin excepción alguna, como el derecho a la vida, a no ser esclavizado o a no ser torturado, a no recibir tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes y a la no discriminación por motivos de raza, religión, origen social o de cualquier otra índole. Fuente: web amnistía internacional


El lenguaje sobre diversidad sexual se ha constituido en campo de disputa entre dos tendencias: por un lado, aquella que define la diversidad sexual tomando como punto de partida el binarismo de género “ser hombre y ser mujer” define el ser lesbiana, gay o bisexual. En palabras de Lind y Argüello, estos conceptos “se han convertido en parte del lenguaje normativo adoptado por los activistas de derechos humanos y las organizaciones internacionales”, por otro lado está la postura querer, que “implica un desafío a la división gay/heterosexual”. Desde esta perspectiva, más que la normalización interesa la liberalización de las sexualidades.


Esta división explica que los activistas de los derechos de los homosexuales presionen por cambios normativos en la legislación y la política por ejemplo, la legislación contra la discriminación o las leyes nacionales de compañeros domésticos, y que por su parte los activistas sostengan que estas categorías tienden más a la normalización de la sexualidad que a la liberación de todas las sexualidades.


La emancipación y el reconocimiento de las minorías sexuales han tenido lugar en medio de la discriminación, homofobia y violencia, pese a que el machismo y el conservadurismo religioso lentamente comienzan a transformarse para dar lugar al reconocimiento de estas minorías como sujetas de derechos.

Los cambios normativos resultan la vía central para la protección de los derechos humanos de las minorías sexuales. La pretensión última es el reconocimiento de la ciudadanía sexual: “aquella que enuncia, facilita, defiende y promueve el acceso de los ciudadanos al efectivo ejercicio de los derechos tanto sexuales como reproductivos y a una subjetividad política que no ha disminuido por las desigualdades basadas en características asociadas con sexo, género y capacidad reproductiva, un mayor nivel de aceptación en la sociedad de las diversas especificidades de la disidencia sexual con el fin de lograr su reconocimiento, como también condiciones de igualdad jurídico-institucional con el resto de la sociedad. Estos reclamos hoy están focalizados en la adquisición de derechos de ciudadanía, especialmente el matrimonio, la adopción, beneficios sociales, garantías contra la violencia y discriminación.


La ciudadanía sexual, comparte los elementos tradicionales con los que se define la ciudadanía: civil, político y social. El primer elemento hace referencia a las libertades individuales, el segundo se asocia fundamentalmente con el derecho a participar en el poder político como miembro de una comunidad política, y finalmente el elemento social se asocia con las condiciones económicas, de seguridad social y a tener un nivel de vida adecuado –incluye el derecho a la educación y a los servicios sociales. Fuente: Diversidad Sexual Discriminación y Violencia, Desafíos para los Derechos Humanos, Ricardo Hernández Forcada.


Colombia en algunas regiones se desconoce la realidad de la comunidad LGBTI, pero en las grandes ciudades la lucha ha tomado otro rumbo, ha comenzado a reconocerse y en Colombia la corte constitucional sentencio en el 2008 las uniones libres del mismo sexo, y por lo tanto a reclamar pensión de su pareja. En el 2011 matrimonio igualitario y en el 2013 casarse por lo civil en notarias, al ser un triunfo en las grandes ciudades, se ve muy poco en las zonas rurales, pues aun en Colombia estamos sujetos a una cultura machista, esto obliga a muchos de esta comunidad a vivir en las grandes ciudades, esto hace que la comunidad LGBTI se sientan vulnerados sus derechos a una vida libre de violencia, el llamado es a fortalecer la cultura social, donde nos aceptemos los unos a los otros para ejercer el derecho humano de ser quien es y tener condiciones dignas de vida. Fuente: El Colombiano, discriminación contra LGBTI en Colombia, Articulo.


Es bueno avanzar en materia de derechos LGBTI, un buen ejemplo es Dinamarca, Noruega, Finlandia, Bélgica, Alemania, Suecia, Malta, Suiza, Reino Unido, Países Bajos.


En Latino América son más complejos aunque en partes aceptados por matrimonió, identidad, estos países son: Argentina, Uruguay, México, Brasil. Países como Perú, Venezuela, Panamá, Ecuador, se podría decir que hay algunas limitaciones, pero son protegidos en algunos actos de discriminación.


Ser LGBTI en Colombia, está un poco más avanzado, se ha progresado en la lucha de igualdad de derechos y se han realizado las mejoras legislativas como por ejemplo:


1. Matrimonio igualitario

2. Acceso igualitario a la adopción de menores y derecho de adopción conjunta.

3. Identidad de género: es posible cambiar de género en la documentación en un proceso sencillo, sin necesidad de haber pasado por cirugía de reasignación.

4. Protección legal contra la discriminación en todos los aspectos.

5. Prestar el servicio militar y, de hecho, la pareja puede ser beneficiaria del sistema de seguridad social militar.

6. Derecho a la pensión de la pareja después de su fallecimiento.

7. Donar sangre sin restricción por su orientación o identidad.

8. Ser incluido en los derechos de patrimonio inembargable.

9. Puede ser beneficiario de su pareja en sistemas de salud y SOAT.

10. Derecho a no declarar en contra de su pareja permanente.

Fuente: Señal Colombia, Como esta Colombia en Derechos para la Diversidad Sexual y de Genero.ç


A lo largo de los tiempos se han generado diferentes movimientos para defender los derechos sexuales y sobre todo los derechos humanos, sin embargo siempre se contempla la intolerancia el cual tiene como fundamento el rechazo a todo aquello que tenga un carácter diferente y con esto se sustenta la discriminación, todas las personas son víctimas de las discriminación, y aunque no nos demos cuenta nosotros también cometemos actos discriminatorios hacia los demás, pero todos y todas tenemos el poder de que eso cambiar, existen leyes legitimas que apoyan la diversidad sexual y otros derechos del ser humano.


La diversidad sexual ya no sólo es de carácter personal, sino que además se constituye en un reto urgente para asumir desde el escenario educativo, para que a todos y todas las estudiantes se les garanticen espacios seguros y climas escolares favorables para el desarrollo de su subjetividad y la construcción de su sexualidad. , la transformación cultural y el desarrollo investigativo sólido para el análisis de la realidad social, además evidenciando que la diversidad sexual es una realidad latente en la escuela que necesita ser abordada en la construcción de rutas de atención y desarrollo de proyectos que permitan visibilizar el tema, no solo desde el campo de la orientación sino como trabajo pedagógico transversal para la convivencia.


Aún queda la lucha por un cambio socio cultural, defender y ejercer los derechos como ser humano, elaborar e implementar políticas públicas a todo el país para que estas sean cumplidas, y que se vean los cambios en la estructura social donde se pueda convivir, pensar y expresar la libertad de pensamientos, y todos podamos convivir en lata la sociedad que compartimos.

La universidad Pedagógica Nacional cuenta con esta ayuda Psicológica para la comunidad estudiantil en la oficina del GOAE, La idea es lograr que la universidad pública sea incluyente, y nos aceptemos como seres humanos con los mismos derechos.

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